Victoria de ISP en el año 1987

10 de junio de 1987. Aún no contaba con catorce años y, después de haber acompañado alguna noche que otra a reuniones y pegada de carteles a mi padre, me metí de lleno en el nerviosismo, la ilusión y la posterior alegría de la que, hasta ahora, ha sido mi mejor jornada electoral.

Por el paso del tiempo (21 años), no sé si los hechos o los nombres, son los exactos pero, de la nube de imágenes que se agolpa sobre mi tenue memoria, puedo recordar a Fina Aguilar, corriendo de un sitio para otro; a Miguel Ramos, con su bigote perfilado, cigarrillo en mano, con sus tablas, calculadoras y reglas con las que confeccionaba el panel de resultados, mesa por mesa y partido por partido, a José Periañez, experimentado en estas lides al igual que Manuel López que, a pesar de la su veteranía, igualmente fue sorprendido por el resultado que finalmente se revelaría.

El periodista, por aquél entonces de la revista Imagen de Marbella, Jorge Lemos observaba todo lo que en la sede situada sobre el Banco de Andalucía iba ocurriendo. Anotaba la hora, el escrutinio de la mesa y las reacciones que se iban produciendo entre los, cada vez más, afiliados, simpatizantes y amigos que se iban acercando conforme transcurrían las horas y se iba conociendo el resultado.

Mientras tanto, a mí, todo aquello me parecía una feria, absorto en los gestos de preocupación y nerviosismo iniciales que iban tornándose en júbilo a raudales. Ahora no recuerdo quién hizo los sándwich de jamón y queso ni quién trajo los refrescos, pero para un niño de catorce años rodeado de señoras y señores, era lo único que le alejaba de la mayoría de edad que le envolvía, ya que por aquél entonces ya empezaba a sacar la primera “fila de hormigas” por el bigote. Recuerdo al Director de C. P. Pablo Ruiz Picasso, Buenaventura Manzanares (Ventura), cuando cogiéndome suavemente de la oreja me dijo entre risas: ¡Fernández, a ver cuándo se va a quitar usted esos pelos!

A lo que íbamos, que ahora tengo treinta y cinco años y ya parezco el abuelo cebolleta con lo que me enrollo.

Llegó el cierre de los colegios y uno por uno iban llegando los interventores y apoderados de cada mesa. Había buen feeling al final de la tarde y se fue confirmando poco a poco. Se oía por la ventana: “Juan Gil está subiendo por las escaleras y viene de la mesa 2.4.B.” Miguel Ramos inmediatamente cambia de rotulador de punta fina, busca la casilla correspondiente mientras de reojo mira hacia la puerta la llegada del nuevo mensajero. “¿Qué resultado hemos obtenido?” Juan Gil con su característica sonrisa empezó a decir: “PSOE 145, AP 60, IUCA 70, CDS 18, GIM 4, Nulos 4, en Blanco 4″. Miguel Ramos ya desesperado, “¡pero dime los nuestros, hombre!” Juan Gil en voz alta, para que todos los oyeran: “ISP 303″. Después de un segundo de silencio, todo el mundo rompió a reír, aplaudir y gritar de alegría. Ni en el pasado España-Malta de diciembre de 1983 cuando Señor metió el gol número 12, pude oír tanta euforia, ni dar tantos abrazos unos a otros.

Por aquel entonces no había teléfonos móviles tal y como los conocemos hoy, pero ni falta que hacían, ya que la emoción se extendió hasta altas horas de la noche y no como ocurre ahora, que a las 10 está todo el pescado vendido. La noticia se iba extendiendo.

Resultados Municipio (Ministerio del Interior)

Resultados entre Río Verde y Guadalmina (Miguel Ramos)

Dice la canción de Mecano:
Marineros, soldados, solteros, casa-dos,
amantes, andantes y alguno que o-tro
cur-a des-pistao.
entre gritos y pitos los españoli-tos
enormes, bajitos hacemos por u-na vez
algoa la vez.

Grande es San Pedro Alcántara cuando reconoce que su destino es aquel que entre todos pintamos. Grande es nuestro pueblo cuando “por una vez hacemos algo a la vez”.