155 a la prensa
El control de los medios dependientes de los presupuestos generales
En teoría, nuestra Constitución Española, la misma que hace unos días puso en marcha su Artículo 155, también bajo el dictado del Artículo 20, reconoce y protege el derecho a expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción. Comunicar y recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión. Además, dice que “el ejercicio de estos derechos no puede restringirse mediante ningún tipo de censura previa.”
Pero, como ustedes y yo mismo sé, esta es la teoría. Una falacia más de aquellas que nos dejaron los “padres” de la patria. Y es que, como decía Pepe da Rosa en su cancioncilla sobre JR de la serie Dallas: “pues que se aclaren / que no es decencia / que venga un niño al mundo / con tres padres en potencia”. Mal empezamos entonces sabiendo quiénes eran los padres de la Constitución, pero sin saber quién era su madre. Y desde aquel momento, los españoles buscamos la madre de la Constitución. Aquella que no nos dejaría sin empleo, sin vivienda digna, educación libre y gratuita, igualdad ante la ley, etc. Precisamente porque estamos completamente faltos de todas estas cuestiones, aún no resueltas tras casi cuarenta años de democracia tutelada.